Estados Unidos se gastó US$1.500 millones desde 2001 en su lucha contra el opio en Afganistán.
Pero aún así, ese negocio sigue floreciendo.
En noviembre de 2017 se registraron varios bombardeos -con los últimos adelantos tecnológicos- sobre laboratorios de producción de heroína que estaban en control de los talibanes en la provincia de Helmand, en el centro del país.
El video de los ataques, que formaban parte del operativo llamado Tempestad de Acero, fue presentado como una prueba de la efectiva lucha que adelantaba Estados Unidos por erradicar el negocio de la heroína en Afganistán. Incluso cuando en ellos murieron ocho civiles.
Sin embargo, de acuerdo a una publicación de la School of Economics de Londres conocida recientemente, la operación Tempestad de Acero -que incluyó cerca de 200 bombardeos- no fue lo que parecía.
BBC