De causas judiciales a discusiones ásperas en el Congreso.
Despenalización del aborto
A comienzos de año, el presidente Mauricio Macri habilitó a sus diputados y senadores a discutir la posibilidad de aprobar una ley que contemplara el aborto legal, seguro y gratuito, con lo que ganó amigos en la oposición y enemigos entre sus propias filas.
Una de ellas fue la diputada Elisa Carrió, de la Coalición Cívica, que en público cometió un sincericidio: “Macri abrió el debate porque le garantizaron que no se aprobaba”. La legisladora aliada a Macri amenazó con romper el bloque cuando la iniciativa se votó en Diputados.
El proyecto, que fue impulsado por diputados de Cambiemos, tuvo aval de la Cámara baja, pero no pasó el tratamiento en el Senado y la discusión, al menos en términos legislativos, quedó archivada.
El peso de los gobernadores del interior y de la Iglesia pudo más en la Cámara alta, donde vale más el voto de los representantes de las provincias.
Cuadernos de la corrupción
A mediados de agosto, el juez federal Claudio Bonadio llamó a indagatoria y procesó con prisión preventiva a varios empresarios y exfuncionarios del kirchnerismo, en la causa por corrupción conocida por los “cuadernos de Centeno”, apuntes del chofer de la mano derecha de Julio de Vido.
Oscar Centeno había anotado con precisión llamativa el circuito de dinero de las coimas que los empresarios pagaban al Gobierno a cambio de ganar licitaciones durante la era K. Había nombres, cantidad de dinero, viajes con día y hora y filmaciones.
Las fotocopias de esos cuadernos (los originales desaparecieron) le sirvieron a Bonadio para procesar por asociación ilícita a Cristina Kirchner y a varios de sus exfuncionarios. Pidió la prisión preventiva de la expresidenta, que sigue en libertad dado que tiene fueros por ser senadora nacional.
Los empresarios quedaron involucrados (algunos estuvieron presos un tiempo) pero con una situación penal morigerada, dado que la Cámara Federal declaró que ellos no fueron parte esencial del engranaje de la corrupción. Entre los imputados están el padre, el hermano y el primo del presidente, Mauricio Macri.
Fuga de dólares
La corrida cambiaria y la facilidad que había para la inversión especulativa durante los primeros meses del año posibilitaron la fuga de 12 mil millones de dólares fuera del país, según algunas estimaciones. Los fondos de inversión encontraron en las denominadas Lebacs (títulos públicos) una forma de hacer ganancias considerables en pesos e irse a dólares. Hay causas judiciales en trámite por esta fuga y uno de los involucrados es el extitular del Banco Central, Luis Caputo.
Acuerdo con el FMI
El presidente Mauricio Macri anunció en un mensaje grabado de un minuto y medio el regreso de Argentina al Fondo Monetario Internacional. En distintas etapas, el gobierno cerró un acuerdo por un total de 57 mil millones de dólares, y un ajuste brutal en las cuentas públicas, para apuntar a que, en su último año de mandato, Argentina tenga déficit cero.
Macri y la jefa del FMI, Christine Lagarde, se reunieron en Estados Unidos y acá en Argentina. El intermediario fue el ministro de Economía, Nicolás Dujovne. El FMI autorizó al Banco Central a usar una parte de ese dinero en mantener bandas de flotación del dólar. Los desembolsos le darán así relativa estabilidad cambiaria y un poco de aire a Macri para llegar con expectativa a la elección de octubre.
Aumentos
A los aumentos constantes en los servicios públicos (luz, gas, agua y transporte público) se sumó una polémica medida que el gobierno tuvo que eliminar. Había habilitado a las empresas de gas a ser compensadas por los usuarios como consecuencia de la devaluación.
En su política de eliminar los subsidios a estos servicios, el gobierno de Mauricio Macri aumentó la energía en el área metropolitana, en tres años, casi un mil por ciento. Ocurrió algo similar con el gas. En menor medida aumentaron el agua y el transporte. Todavía quedan aumentos para 2019.
G20
Una semana después del fracaso en el operativo de seguridad del G20, el gobierno argentino presidió la cumbre de líderes del G20. Tuvo lugar en Buenos Aires el 31 de noviembre y el 1 de diciembre, en algunos puntos de la Ciudad. Con un despliegue de militares, gendarmes y policías nunca visto en Argentina (más de 22 mil efectivos), la cumbre transcurrió sin problemas con los principales líderes mundiales: Donald Trump, Angela Merkel, Justin Trudeau,Emmanuel Macron, Xi Jinping, entre otros. La cena entre el presidente norteamericano y su par chino fue uno de los eventos sobresalientes de la cumbre. La ausencia de incidentes dejó una buena imagen de organización. Se firmaron varios acuerdos entre Argentina y distintos países del mundo.
Protocolo “Bullrich”
Luego del G20, el gobierno oficializó un cambio en el protocolo de uso de armas de fuego al que se circunscriben las fuerzas de seguridad federales. El nuevo texto, avalado por un decreto de Mauricio Macri, flexibilizó las circunstancias en las que un policía, gendarme y prefecto puede utilizar la fuerza letal. Hizo excepciones a dar la “voz de alto” y habilitó a disparar a presuntos delincuentes en fuga. Eso provocó malestar no solo en la oposición sino también adentro de Cambiemos. La diputada Elisa Carrió advirtió, en ese contexto, que no permitiría que su alianza de gobierno fuera hacia el fascismo. Por ahora, la medida sigue vigente. Y ya generó algunos episodios de presunto abuso de la fuerza letal.
Fuente: El Intransigente