Para muchos, desde este viernes, el mundo vive al borde de una nueva carrera armamentista.
Por órdenes de Donald Trump, Estados Unidos salió oficialmente del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), que había firmado con Moscú durante la Guerra Fría y que prohibía los misiles con alcances de 500-5.500 km.
Desde el anuncio de la salida en febrero pasado, las dos mayores potencias militares del mundo se han amenazado indirectamente con la posible fabricación de nuevas armas, lo que llevó incluso a que la OTAN expresara su preocupación.
Sin embargo, este viernes, Trump aseguró que su país apostaría por un nuevo pacto nuclear con Rusia, pero que también incluyera a China, una de las naciones con mayor crecimiento militar del mundo.
Y, según afirmó el mandatario, China y Rusia estaban «muy, muy entusiasmados» en discutir el asunto.
BBC